Grupo de Observadores Astronómicos de Tenerife

sábado, 19 de febrero de 2011

Divertimentos Celestiales 2

El hecho es que la vanidosa la fastidió y aquello fue Troya (eso se diría más tarde y refiriéndose a otras cuestiones).
Tal cabreo tenía el dios, que hubo que buscar la forma de calmarlo y lo que se les ocurrió a aquellas buenas gentes fue que, puesto que Andrómeda, por boca de su mamita, había sido la causante, ella había de ser la sacrificada.
Y ¿cómo llegaron a semejante disparate?
Aquí aparece otro conocido nuestro: Cefeo.
Aún no se había ido Mahoma a la cueva, pero allá, en Etiopía, se ve que eso de que la mujer camine unos pasos tras el marido ya se llevaba. Y buen cuidado que tiene en su paseo circular la reina Casiopea en seguir tras su rey.
Y va el bueno del papi a consultar al oráculo. No me lo acabo de creer que fuera taxativo, pues siempre se cubrían las espaldas diciendo algo que valiera para todas las opciones, pero en fin, lo que se nos cuenta, y tiene todos los visos de ser verdad, es que le dijo algo así como “ ... para calmar las iras de las Nereidas y devolver la paz al país, tienes que sacrificar a tu hija Andrómeda. Debes llevarla a la orilla del mar, encadenarla y dejar que el monstruo se apodere de ella”.
Así lo hizo y se volvió al palacio.
Realmente no sé en que punto de la historia la reina Casiopea fue desterrada al cielo. A lo mejor se fue ella sola para no ver el espectáculo.
En esto estaba la bestia, cuando llegó el séptimo de caballería en forma de caballo alado, con su jinete luchó con el monstruo y, como no podía ser de otra forma ya que era amigo del guionista, lo venció, liberó a la bella y el padre se la dio por esposa. A mí me parece que para quitársela de encima.
Lo que no se podía esperar el bueno de Perseo es que los dioses se la iban a colocar justito debajo de su reina. Y, por si fuera poco, el yerno también se fue a vivir con ellos y, encima se trajo al caballo.
Lo que yo creo es que Andrómeda le salió al héroe un poco casquivana, ya que, puestos a darse el pico, lleva no sé cuántos miles de años dándoselo con el caballo.
Al monstruo lo arrojaron al pie de los (en este caso sólo de Pegaso) caballos.
Y así tenemos a toda la familia reunida.
Cefeo, encabronado y sin mirar para atrás. Casiopea que le sigue sumisa. La niña a los pies de la madre morreándose con el caballo (vamos, esto en tiempos de Franco no se podía decir), la Ballena pisoteada por el equino y el gilipollas (perdón) de Perseo, después de jugársela, va babeando tras las dos. Que digo yo: ¿irá por la hija o por la madre?

Andrómeda

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